La
llegada de la Advocación del Buen Suceso a Cieza es incierta. Se puede asociar
a la fundación del Hospital de San Pedro por parte de los hermanos
Hospitalarios, orden que tiene como una de sus principales devociones a la
Virgen del Buen Suceso, venerada en Madrid (en las inmediaciones de la Puerta
del Sol). Sin embargo, la relación de esta orden con la devoción ciezana no
está clara. No obstante, la presencia de la imagen en Cieza y el origen de su
culto público se lo debemos a don Ginés de Mellinas, devoto de la imagen y
primer mayordomo de la misma, el cual estableció el culto a la Virgen del Buen
Suceso en la recién construida Ermita del Calvario (Actual del Santo Cristo) en
torno a 1614. Aunque se tiene constancia de un proyecto de erigirle un
santuario propio a la Virgen, no se llega a construir, denominándose a la
Ermita del Calvario bajo la titularidad de la Virgen del Buen Suceso y del
Santo Cristo indistintamente. En 1680, ante las sequías y epidemias que
azotaron la zona, ya tenemos constancia de rogativas en las que participaron
las tres principales devociones de la villa: El Patrón San Bartolomé, la Virgen
del Buen Suceso y el Santo Cristo del Calvario, el cual sería renombrado por
primera vez como 'del Consuelo'.
En
torno a 1730 ya había caído en el olvido la llegada de la devoción del Buen
Suceso a Cieza, atribuyéndole a la imagen orígenes divinos y devoción
inmemorial. En 1744, tras haberse salvado la localidad de una epidemia de peste
que asoló la zona, se le atribuyó el mérito a la milagrosa intercesión de la
Virgen, iniciándose un movimiento del clero local, encabezado por don José
Roldán, Párroco de la Asunción, que culminaría con el nombramiento de la Virgen
del Buen Suceso como Patrona de la Villa en 1745. Durante todo el siglo XVIII y
la primera mitad del siglo XIX, la Virgen participará con San Bartolomé en
distintas rogativas, añadiéndose a estas en 1800 la imagen del Santo Cristo,
que volverá a tomar el nombre del Consuelo. Es, entre otras causas, el auge de
la devoción por el Santo Cristo la que hace caer en declive la devoción a la
Patrona, llegando incluso a no celebrarse sus cultos en septiembre y
participando en las fiestas patronales junto a San Bartolomé desde el Convento
de las Claras, y esto gracias a la particular devoción que don Pedro Marín,
capellán del monasterio, sentía por la Virgen.
En
el año 1936, fruto del asalto a la Ermita, la imagen original de la Patrona de
Cieza desaparecía, como tantas otras, cayendo también en el olvido gran parte
de su historia.
En
el año 1942, la 'Comisión Pro-Resurgir del Culto y Devoción a la Virgen del
Buen Suceso' encarga por 5000 pesetas al imaginero don Juan González Moreno,
una imagen de similares características a la desaparecida en guerra. La actual
imagen de la Santísima Virgen del Buen Suceso sería bendecida el 24 de Agosto
de 1942 en el Convento de San Joaquín por el Arcipreste de la Asunción don
Antonio Sánchez Oliva. Se trata de una imagen de vestir, de tamaño académico,
que representa a María joven, sonriente, sosteniendo con la izquierda al Divino
Niño y en la derecha un cetro de orfebrería.
La
imagen residiría sus primeros meses de estancia en el pueblo en San Joaquín,
siendo trasladada al poco tiempo a la Asunción, volviendo al Convento para
celebrar sus cultos cada dos años. En 1954, acompañaría al Santo Cristo el día
de la Cruz para establecerse en la Ermita, lugar donde originalmente se le daba
culto a la Patrona de Cieza. Definitivamente, y con el fin de independizar
ambas devociones (ligadas históricamente), en 1963 se construye el actual
Santuario en el Collado de la Atalaya.
Es
también en 1954 que es nombrada como Patrona de la Industria Espartera de
Cieza, quedando así patente la devoción que el pueblo sentía por ella.
La
imagen sería restaurada en 1979 por su propio autor, siendo de nuevo
intervenida por doña Carmen Carrillo al año siguiente por causa de un accidente
con las velas durante la romería de ese año. Posteriormente, don José Sánchez
Lozano también le realizó una intervención, siendo restaurada en 1997 por don
Javier Bernal Casanova. Originalmente desfilaba en un sencillo trono de madera
dorada que perteneció presumiblemente a una antigua imagen de San José
procedente de una antigua capilla sita en el paraje de los Prados. Desde 2005
lo hace en uno de mayores dimensiones obra de don Bonifacio Pérez de Yébenes
Ballesteros al que posteriormente se le añadirían dos angelotes realizados y
donados por don Antonio Jesús Yuste Navarro.
Actualmente,
fruto de la gestión de la Junta de Hermandades, la Santísima Virgen del Buen
Suceso está recuperando parte de la popularidad y devoción que tuvo en épocas
pasadas. Gran parte de este auge se le debe a la iniciativa del Cabildo que
llevó a que la imagen fuera coronada canónicamente el 14 de septiembre de 2014
por monseñor don José Manuel Lorca Planes, Obispo de Cartagena, en una
multitudinaria celebración en la plaza de la Esquina del Convento.