Ubicada
junto al Balcón del Muro y consagrada al Patrón de Cieza, San Bartolomé, la
ermita se asienta sobre una de las torres, posiblemente la del homenaje, de la
antigua fortaleza de la ciudad construida entre 1477 y 1495, y su edificación
se inició en 1714 por acuerdo del Concejo de la Villa. En el piso superior se
encuentra la Sala del Conjuratorio, desde donde en épocas pasadas se bendecían
los campos.
El
edificio, de una sola nave, planta cuadrada y con una sencilla cúpula, está
construido con fábrica de ladrillo revestido con mortero y estucado amarillo.
La sacristía corresponde a una de las tres torres de lo que fue la fortaleza
conservándose tal como se concibió.